sábado, 15 de junio de 2013

Las Ceremonias Civiles

Las ceremonias civiles, que tanto auge han alcanzado en los últimos años, pueden llegar a ser igual de bonitas y emotivas que las religiosas. La celebración del matrimonio y su forma, ha de ser una elección libre de los futuros esposos que decidirán acerca de cómo quieren celebrar su boda, a quiénes desean congregar y qué tipo de ceremonia marcará su matrimonio.
Si ambos contrayentes no son creyentes, o no están dispuestos a cumplir con los preceptos que exige la fe cristiana, entonces la ceremonia civil ha de ser la opción elegida para unirse en matrimonio, ya que es jurídicamente válida y no conlleva ninguna obligación sacramental como en el caso de la boda religiosa. Hace años, un matrimonio civil era considerado de segunda clase. Sin embargo, la realidad presente demuestra que esta opción alcanza toda la solemnidad y el esplendor de un día tan especial.
Con el matrimonio surgen una serie de derechos y deberes entre los cónyuges, como son el deber de respetarse y ayudarse mutuamente y actuar en interés de la familia. Los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente. Igualmente esta unión tiene efectos económicos, independientemente del régimen económico elegido por las partes. Cualquiera de los cónyuges podrá realizar los actos encaminados a atender las necesidades ordinarias de la familia.
La ceremonia civil admite muchísimas variaciones. La estructura tiene seis momentos fundamentales: entrada del novio y madrina, entrada de la novia y padrino con el cortejo, introducción del oficiante, lectura de los artículos del código civil, intervenciones personales de familiares y amigos, firmas, y salida de los recién esposos.
Estos momentos suelen ir acompañados de música en directo, con piezas de gran importancia para nosotros. Con la proliferación de empresas de organización de bodas, es más fácil organizar una ceremonia civil de manera que se le puede sacar mucho partido: desde bailes regionales, castillos de fuegos artificiales o presentaciones en ordenador que permiten personalizar al máximo cualquier celebración.
Ceremonia de las velas
Justo después del intercambio de anillos, hay novios que optan por introducir esta variante de la que no está clara su procedencia. Algunos dicen que proviene del cirio pascual y otros opinan que es una ceremonia totalmente pagana. Se necesitan tres velas, una grande y otras dos más pequeñas. Los novios toman cada uno su respectiva vela y, juntos, encienden la vela grande entre los dos.
Una vez encendida la vela grande, los contrayentes pueden optar por apagar sus respectivas velas individuales ya que ahora son una misma persona.
















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